Llévame a un sótano, sirve una cerveza bien fresquita y ponme buena música que se aleje de la radiofórmula y me habrás ganado para siempre. Por eso hablo hoy del Macla Cocina Pub, un bar de tapas con pretensiones gourmet que abrió sus puertas en el mes de diciembre en la calle Valero Rivera de la capital.
Como casi todos los nuevos negocios de hostelería, empezaron con fallos. Servicio lento y distraído, y altibajos en cocina. Mucha gente con la que he hablado lo ve así. En la red social de geo-posicionamiento FourSquare, las opiniones tienden a ser negativas, especialmente con el servicio y las tapas durante las dos primeras semanas tras la apertura. Pero después de unas cuatro visitas os puedo asegurar que las mejoras han sido muchas en menos de un mes. Estoy seguro de que Macla se va a convertir en un imprescindible de Almería en muy poco tiempo. En cuanto pulan del todo las imperfecciones y encuentren el camino en el que se sientan cómodos será un lugar de referencia para ir a brindar con amigos.
Nos les faltan argumentos: El local es una maravilla a la que no estamos muy acostumbrados por estas latitudes; la carta marca una diferencia importante con el resto de bares de tapas, con propuestas arriesgadas; y la ambientación musical está seleccionada con gusto impecable.
La cocina de Macla es atrevida, arriesgada, cosmopolita y de inspiración internacional. Para mí es una grata sorpresa encontrar recetas de ceviche (Perú), pakoras (India/Pakistán) o kofta (Marruecos). El ceviche es de pulpo y mejillones, bien aliñado con cilantro y cebolla morada. Aunque es sabroso, prefiero la frescura de los ceviches de pescado blanco o de gambas. Las pakoras de verduras son correctas, y las brochetas de kofta (ración) son de las mejores que he comido en bares.
Pero que los devotos de la ‘tapa de Almería’ no se echen las manos a la cabeza, ya que pueden pedir hamburguesa, tocineta y algún otro clásico local. Pero como en Macla quieren ir más allá de lo evidente, la hamburguesita la acompañan con un contundente puré de lombarda y la tocineta con un chutney de tomate. Puro pecado.
Entre mis tapas favoritas están el saquito de calabacín, el salmorejo de frutos rojos o el rollo de salmón. Por encima de estas, el bonito, que aunque no está en la carta, lo he encontrado como tapa del día en un par de ocasiones. Lo acompañan con unas algas que son una exquisitez.
Entre las raciones me ha dado tiempo a coquetear, además de las brochetas de kofta, con un secreto con salsa cuatro quesos más que digno y un inusual tartar de dentón.
Igual que otros locales de reciente apertura, han apostado por tener tapas-postre en su carta. Están teniendo muy buena acogida el flan de turrón, el brownie de chocolate con helado de vainilla y el strudel de manzana.
En cuanto a la bebida, destaca la selección de vinos de bodegas con muy buena relación calidad/precio, y una política de precios competitivos en carta, especialmente en botellas, para atraer a los amantes del buen vino. La selección de cervezas también es buena.
Y como el Macla tiene horario continuado, tras los servicios de comida, bajan la luz y puedes quedarte tranquilamente disfrutando de una copa o un café pausado.
Pero sin duda lo que marca la diferencia es el local. Manuel y Jesús Membrive, hermanos y socios, se enamoraron de él en cuanto lo vieron. No es para menos. Un sótano con techos muy altos, paredes de piedra a la vista y una estructura cuadricular que permitía crear varios espacios y jugar con las simetrías. Precisamente de esa distribución especial surgió el nombre del bar, Macla (agrupación simétrica de cristales idénticos). Puedes elegir dónde sentarte: dos barras, mesas en varios espacios diferenciados, y el rincón ‘La Favorita’, que será lo más peleado en las reservas.
Han cuidado todos los detalles. La imagen corporativa, el diseño de la carta, o los trabajos de interiorismo son de los más exquisitos que se puede encontrar en Almería.
No pongo fotos del local, porque creo que arruinaría la sorpresa. Hazte un favor y da una vuelta por el Macla, antes de que lo conozca todo el mundo y no haya sitio.
MaclaCalle Valero Rivera, esquina Javier Sanz
04004 Almería
Reservas: 950270388
En Facebook
Cierran domingos y lunes, y las mañanas del martes.
Nos parece un lugar genial! Nos encanta que haya sitios así en Almería.
Yo también les auguro un prometedor futuro.
Le daré una segunda oportunidad. El local es precioso pero las tapas decepcionantes.
Por qué nunca es buena hora para leer tus crónicas Curro? Lo lea a la hora que lo lea siempre me entra hambre!
Se me acumulan los bares a los que ir! Pero creo que este ha saltado al número uno de mi lista! 😉
Un beso!
Con esas referencias no me queda más remedio que ir 🙂
magnifica critica, yo añadiría la inedita en Almería, hamburguesa de soja, para la clientela vegetariana que tanto sufre en Almería
Fue el lugar q elegimos mis amigos y yo para hacer la cena de navidad, y quedamos encantados con el ambiente y la carta de tapas y raciones innovadoras que ofrece el local. Animo a todo el mundo que lo pruebe!!!
Una atmósfera única y unas tapas que se salen de la norma… por fin un sitio competente y agradable en el que disfrutar del tapeo almeriense.
Buenas Curro,
Me parece muy acertado que empieces el artículo hablando del tiempo de rodaje que necesita cualquier local para funcionar en condiciones. Creo que hay que ser muy comprensivos con los valientes que se animan a arriesgar su dinero y ponen su ilusión en un proyecto (distinto a la norma) con la que está cayendo. Si además tienen éxito casi desde el primer día, parece que cueste más alcanzar la velocidad de crucero.
Todo esto lo digo porque la experiencia que tuve el sábado en Macla me dejó un poco frío. La idea del local, el ambiente y la decoración son muy interesantes. Da la sensación de que tienen las bases para ser una referencia en Almería. Bien en general la cocina, además pese a estar abierta no llegan a la sala olores y pocos ruidos. Se agradece el esfuerzo de contención de precios en la carta de vinos y una oferta que mejora claramente la media (cosa realmente fácil de conseguir). Y por supuesto no hay que olvidar que la base del negocio es un bar de tapas, con los márgenes que todos nos imaginamos.
Pero creo que haremos mal en ensalzar un local sin ser críticos y exigirles que aprovechen de verdad su potencial. Por poner unos cuantos peros rápidos: diferencia de precio entre la información publicada en su página de Facebook y el precio final que cobran, descuidos permanentes, llegar con la copa llena desde la barra (que manzanilla estaremos bebiendo?), tiempos de espera a veces muy largos (se entiende porque el local estaba lleno), carta de vinos muy mejorable (de verdad son necesarios 10 Riojas y 10 Riberas para un local?. No hay otras opciones?), el café no me gustó nada..
Bueno voy a parar ya que he dicho un par de cosas rápidas.
No quiero que parezca que tengo algo contra esta gente. les deseo mucha suerte y estoy seguro de que con el tiempo harán aún mejor las cosas. Un saludo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Especialmente a los que son un poco más críticos, ya que entre todos podemos ver mejor las deficiencias y ayudar a mejorar a proyectos innovadores como estos. Es verdad que se tienen que poner las pilas rápido y mucho, especialmente los días en los que el local está lleno, que es cuando más fallan. Por lo que he hablado con los socios, son conscientes de las carencias y permeables a las críticas. Me aseguran que están apuntando todo para mejorar. Lo dicho, gracias a todos por comentar. Conseguís que sigamos trabajando en el blog con ilusión.
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Vaya bajón que ha dado este bar! Cuando miro la carta no me apetece pedirme nada. Las tapas fuera de carta son carísimas y las tapas «gratis» son ridículas, por ejemplo, el pescado del día y esa hamburguesita de ternera del tamaño de una moneda de euro con un pan del tamaño de la cheeseburger del mcdonald.
La materia prima y los cocineros son buenos, pero su carta es aburrida y cara.
Las bebidas son carísimas.
No pienso volver hasta que cambien la carta. Tienen poca variedad de tapas «gratis» y para saciarse hay que gastarse un buen pico.
Hace tiempo que no voy por allí. Tengo ganas de volver a Almería para tomarme un vinito y una hamburguesita.
Ayer fui por primera vez al Macla, con mi pareja, y a los dos nos gustó mucho. Es verdad que las tapas no son grandes, pero están muy buenas y se ve calidad y elaboración. Pedimos una tapa normal (la Pakora de verduras, muy rica), dos especiales (milhoja de rulo de cabra y pluma a la naranja, ambas muy ricas sobre todo la pluma) y una ración de secreto con salsa a los cuatro quesos. Las carnes estaban muy bien, ni pasadas, ni crudas, ni secas, cosa que no es fácil encontrar en muchos sitios.
El servicio nos pareció muy bueno, es verdad que entre las tapas y la ración tardaron un pelín y eso que el local no estaba lleno (aproximadamente a mitad) y quizás si hubiera ido con prisa le daría más importancia. A cambio hay que decir que la atención fue muy profesinal, la camarera que nos atendió muy atenta y educada.
En general, un notable alto para el Macla, es un sitio al que volveremos.
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