Es realmente difícil encontrar un bar en Almería donde el vino de chateo se cuide. Mi sorpresa fue mayúscula cuando explorando bares por El Alquián topé con Vin’68 donde una cuidada carta de vinos permite explorar muchas de las zonas de producción españolas. Por no hablar de la selección de vinos de Jerez, Oportos y Cavas disponibles para tapear. Ahí es donde realmente me cautivaron. Su cerveza de barril también está bien elegida.

La cocina es también una revelación en el Vin’68. Al tratarse de la misma gerencia que el restaurante Bellavista,  podemos encontrar una muestra de su cocina pero en presentaciones en miniatura. Con opciones para todos los bolsillos, puedes quedarte en las tapas del día, pero te recomiendo que pruebes algunas de las tapas de autor. Si vas en grupo pide raciones. La relación calidad/precio es muy buena.

En un sitio como El Alquián, la carta está dominada por los platos de pescado. En esta barriada almeriense de pescadores, el producto del mar es el rey y no podía ser de otra manera en Vin’68. De la compra de la materia prima se encarga Paco Freniche (padre), como en el Bellavista. En ocasiones el pescado lo adquiere a pie de playa, de los pescadores locales, y otras en el mercado central, donde son clientes de toda la vida.

Entre sus tapas especiales recomiendo la Cola de rape a la pimienta y el Huevo Vin, que consiste en un bollo de pan frito con yema de huevo y clara batida con pimentón. También tienen mucha demanda clásicos del Bellavista como el Bacalao en salsa de ajos tiernos o los Escabeches de atún o bonito.

Con unas ocho mesas y una pequeña barra, Vin’68 tiene sitio para unas 40-50 personas, pero en el sótano esconde  un salón para 50 comensales. Este reservado se suele utilizar para celebraciones y diferentes actividades que organiza Vin’68, la mayoría de ellas relacionadas con el vino.

El sumiller, Paco Freniche (hijo), suele dirigir catas de vinos, cursos de iniciación a la cata o presentaciones de nuevos productos de diferentes bodegas. Puedes estar pendiente de las actividades a través de su página de Facebook.

Por sacarle algún ‘pero’, si no sabes dónde está ubicado es fácil pasar de largo, ya que la fachada no llama mucho la atención. Y siendo quisquilloso no me convence el trabajo de interiorismo y los verdes tristes de sus paredes, pero lo cierto es que no deja de ser un lugar cómodo donde disfrutar de la comida, los brindis y la compañía.

Su clientela es básicamente del Alquián y alrededores, que han sabido guardar el secreto, hasta ahora, de este bar imprescindible de Almería que lleva unos dos años abierto.