El estado de ánimo de Laura Saiz, Frizzia, se materializa en artículos únicos cuando abre su maletín “de las herramientas” y da rienda suelta a su imaginación. Al igual que los sentimientos, sus creaciones no tienen límite pasando a elaborar piezas artesanales de todo tipo: anillos, pulseras, pendientes, diademas, colgantes, brazaletes, portafotos, llaveros… Me confiesa que los complementos más complicados vienen de una alteración del ánimo y que los más “raros”, los hace cuando está más enfadada. Quién lo diría porque evocan armonía y perfección.

La base de sus creaciones está en el aluminio, el hilo de alpaca (escogiendo aquellos que dan menos alergias) cuero, y las piedras semipreciosas como: ágata, cuarzo blanco, cuarzo rosa, lapislázuli, ojo de tigre… Particularmente desconocía que cada una de ellas tiene una propiedad, por ejemplo, para el dolor de cabeza, la confianza en si mismo o incluso las hay para combatir el miedo. A los que no creemos mucho en esto, nos vale con poder lucir complementos únicos con colores y formas adecuadas a nuestros gustos.

La música celta y las playas de Almería son sus compañeras mientras trabaja, también, en monederos de fieltro, tela o cremalleras; fundas esponjosas de bolígrafos, de móvil; libretas o agendas. Parece que en su cabeza a un chic que solo manda impulsos para crear, crear, crear… A los incenseros de piedra hay que sumar la elaboración de jabones naturales desde rosa de mosqueta hasta aloe vera que ella misma corta, tritura, fabrica y da forma.

Frizzia no sigue las tendencias que imponen los gurús de la moda, para ella, la moda está en el gusto de cada persona. Entiende que la clave de su trabajo se encuentra en la originalidad de cada una de sus creaciones y se niega a hacer dos complementos iguales. Su objetivo es satisfacer a sus clientes en cuanto a gustos, colores, formas y hasta precios. Puedes dibujar en un papel tu idea que ella te garantiza hacerla realidad. Por encargo, ya se ha atrevido hasta con cristales de swarovski.

No es nada raro ver por Almería a mujeres y hombres con algún complemento Frizzia, una moda que según comenta Laura Saiz,  se está extendiendo a otras ciudades y países ya que ha recibido encargos y tiene clientes en Francia, Marruecos, Portugal, Andorra…

Frizzia no ve su dedicación como un trabajo, no puede llamar trabajo a algo que le gusta tanto, para ella es más bien un hobby que la divierte y libera. Tiene las cosas claras: “llegar lejos es saber hasta dónde puede llegar”.

Si quieres unirte a la “Frizziamania” puedes hacerlo a través de su Facebook, en la web o en los mercados de Cabo de Gata los sábados, Rioja los domingos y otros artesanales que se celebran en Granada y Murcia.