Esta entrada era inevitable. Desde el principio daba golpes en mi cabeza como queriendo salir y aquí está. Desde hace ya muchos años, siempre que podemos, desayunamos en familia en El Jardín, en El Parador. Primero porque está cerca de la casa de mi hermano mayor y segundo porque es brutal para desayunar. La cafetería en cuestión está la N-340 en el Parador, es decir siguiendo la avenida principal de Aguadulce a menos de 100 metros de la rotonda que hay para ir al Albergue de Aguadulce, Juan de Austria. Los límites a veces no están tan claros, cuando las ciudades crecen tanto.

El sitio no es nuevo, ni mucho menos. Lleva muchísimos años y es muy conocido por todo el mundo. Su actividad principal son los desayunos, y vaya desayunos amigos y amigas. Las tostadas son rebanadas bastante grandes de pan de pueblo y encima puedes disponer lo que se te antoje. Yo suelo decantarme por la tostada de jamón con tomate, pues cumple con la norma que viene a decir: «una tostada de jamón tiene suficiente jamón, cuando le has dado un bocado, te has llevado más jamón del que pensabas y al volver la vista al pan, no haya superficie de tomate descubierta». Pero te puedes decantar por todas las opciones clásicas como la de tortilla (3 trozos de tortilla), la york-queso, atún queso, ensaladilla rusa, chorizo picante de Serón o simplemente tomate. Una media en el Jardín es prácticamente un brunch, como podéis comprobar en las fotos. La tostada de ensaladilla o la de chorizo, doy fe que es más que viable. En concreto la de chorizo la ha tomado mi hermano menor, con colacao naturalmente. Y la de ensaladilla mi hermano mayor, en este caso con café. Puede parecer un poco exagerado, pero como opción de almuerzo para currantes, es perfecta, aunque quizás con una cervecita, mejor.

El resto de elementos de un buen desayuno también acompañan. El café suele ser grande y correcto de sabor. El zumo de naranja muy generoso, y los churros riquísimos. Tengo que reconocer que están dentro de mi top5 de sitios para churros. Grandes, con molla, crujientes y poco aceitosos. Generalmente suelo pedir una ración para compartir cuando llevo a alguien a desayunar a El Jardín.

Si echáis un vistazo a las fotos, la tostada que parece de atún es caballa con queso fundido. Una muy buena opción para reducir el consumo de atún, ya sea por ética o salud. También podéis ver la variedad de tostadas y de tapas. Conozco esta cafetería hace tiempo y deciros que de tapas no he ido nunca, pero os he puesto la foto de la carta, porque todas las tapas son susceptibles de convertirse en tostada caprichosa. No lo puedo evitar. Me encanta desayunar bien y si el café, el pan y los alimentos acompañan, para mí siempre es tendencia. Por cierto, también tienen un pequeño expositor con productos de la tierra muy interesante donde encontrar aceite de la provincia a buen precio, soplillos, caramelos naturales, repostería en general, miel y algunas cosas más, todas ellas de la provincia. Un detalle a valorar.

Si no has desayunado en El Jardín, plantéatelo. Desayunos tendencieros, sin duda, en mi opinión.