(Actualización. Esta tienda está cerrada)

Lo artesanal antes que lo industrial; lo manual antes que lo audiovisual; lo educativo antes que lo superficial, la imaginación antes que lo obvio, la madera antes que el plástico… estas son algunas de las premisas de Coco el Caracol, una tienda de juguetes diferente situada en la calle Murcia.

En esta coqueta tienda funcionan los juguetes de aprendizaje de los números y las letras; las manualidades, los juegos de apilar o de habilidad, los bloques lógicos, la ropa artesanal y multitud de regalos originales para niños de 3 a 8 años.

Nunca habría reparado en una tienda de este tipo si no hubiera nacido mi sobrino. Desde hace años, siempre que se acerca la Navidad o su cumpleaños me paso a curiosear para ver qué puedo regalarle. Hay ocasiones en las que me paso simplemente para ver qué hay nuevo, por puro placer o buscando inspiración para proyectos propios.

Y es que Coco el Caracol, en ocasiones parece más una tienda de juguetes para adultos sensibles y con inquietudes que para niños. Son ellos los que ven el valor del diseño de unos juguetes fabricados desde el compromiso o de la importancia de educar jugando. Destacan los juguetes de la casa francesa Djeco, marca con casi 60 años de historia que se caracteriza por la calidad y el diseño de sus productos.

También es Coco el Caracol  un escaparate perfecto para artesanos locales, y puedes encontrar ropa, juguetes o cuadros infantiles elaborados por artistas almerienses que orientan su talento a las preferencias de los niños.

Coco el Caracol abrió hace varios años en un pequeño local de la calle Zaragoza. Fue una iniciativa de la francesa Cristine Dangel, que empezó como una tienda de ropa artesanal. Algunas de las prendas para niños que vendían tenían la virtud de ser juegos en si mismas. La evolución a incluir juguetes educativos en su oferta era casi natural. Este año Cristine trasladó su residencia a Berlín y traspasó la tienda a su amigo Francisco Javier Martínez. En junio Coco el Caracol cambió a su ubicación actual en calle Murcia.

El nuevo propietario, que es la primera vez que trabaja por cuenta propia, nos cuenta que se ha arriesgado a dar este salto por el tipo de producto, que le motiva. Debe ser porque viene  de trabajar en el ámbito de los controles de calidad, que ha convertido a su hija de ocho años en la “probadora oficial” de todos los juguetes de Coco el Caracol. Y ella tan contenta.

Tenemos la suerte de contar en Almería con este modelo de tienda de juguetes que no es muy frecuente. Con visitarla por curiosidad, a uno le entra por el cuerpo el gusanillo de montar una empresa como esta, una juguetería madura.