Convertir el movimiento en arte es algo tan hermoso como complicado. La danza, en cualquiera de sus disciplinas, consigue transmitir e incluso, emocionar a través de los movimientos del cuerpo. Y si es verdad, no todos lo consiguen, pero cuando existe ese grado de comunicación entre el bailarín y el público, la magia se apodera del momento. Y para llegar a esa cumbre: estudio, preparación, trabajo, esfuerzo, dedicación, sentimiento, entrega… Son muchas las cualidades necesarias, innatas y aprendidas, que aumentan el grado de dificultad.
Para no llevar a la confusión, debo aclarar que no soy una entendida en este tipo de arte, pero la serie de percepciones personales, expuestas anteriormente, me ayudan a disfrutar de él. Considerándome una afortunada ya que, por motivos labores, he tenido la oportunidad de acercarme a la danza oriental, una disciplina que me ha cautivado. Y señalo directamente como culpable de ello a la bailarina almeriense Cristina Samaniego y a la inauguración de su nueva escuela, situada en la Avenida Cabo de Gata (en uno de los locales de Ego Sport Center). Compartí los momentos previos al “estreno”, como si se tratara de la Noche de Reyes, y escuché cómo hablaban de la danza oriental, con entusiasmo y entrega, la propia Cristina, profesoras, amigas, compañeros… En definitiva, un pequeño lujo.
Pese a su juventud, Cristina Samaniego cuenta con una intensa trayectoria, formándose en el Real Conservatorio de Danza de Madrid (carrera de clásico y contemporáneo) o la escuela de, la conocida y respetada, Gloria Alba (madrina de la nueva escuela). Ha trabajado y viajado por todo el mundo hasta volver a Almería para acabar, de momento, echando raíces con su escuela de danza oriental. Hecho que viene a profesionalizar el aprendizaje de esta disciplina en la provincia.
Impartirá un sistema de estudios propio, aunando la experiencia y formación adquirida, y estará dirigido tanto a profesionales como a aquellas personas que lo tengan como hobby. Teniendo en cuenta todos los beneficios que aporta su práctica, ya que nos permite activar y conocer partes de nuestro cuerpo “dormidas”.
Existen cinco niveles donde se impartirá el repertorio básico o la técnica que cualquier bailarina debe saber y además, a nivel cultural, se abordarán diferentes elementos, estilos, ritmos, melodías… Un elemento a destacar, como valor añadido, es que contará con clases de música en directo impartidas por Fernando Depiaggi, para que las bailarinas ganen en frescura, improvisación y compenetración.
Aunque parece que vuela cuando baila, Cristina Samaniego tiene los pies en la tierra y con el paso de los años quiere aumentar en calidad pero no perder ni una pizca de humildad, frente al público y frente a sus alumnos. Se nota la mano de su maestra Gloria Alba quien destaca como cualidades de buena bailarina: la comprensión musical; la capacidad de abrir los ojos y el alma; la inteligencia y por encima de todo, la modestia. Y como el movimiento se demuestra andando, dejemos que sea el cuerpo quien hable a través de la danza oriental. Enhorabuena y suerte.
En fin… de todo tiene que haber, supongo…
Me encanta Cristina, muy buena profesional y con un talento envidiable. Compre un bono para sus clases en http://www.emociom.com, una interesante página especializada en ofertas de ocio en Almería.