Esta semana no voy a sugeriros un bar de tapas. Van a ser dos pubs. Pero tiene una justificación. A la hora de salir puedes ir a cervezas o a copas. En época de crisis la tendencia está hacia el fermentado de grano, y no precisamente por la cantidad de vitaminas que posee la levadura de cerveza o la espuma. Es una cuestión monetaria en algunos casos y una preferencia absoluta en muchos otros. Pero, ¿los que rezamos a Baco por las noches? En crisis o en bonanza, pero especialmente en crisis. Esa es la pregunta que me gustaría responder.
A mi me gustan dos sitios para tomar algo de vino en forma de calimotxo o sangría. No son los únicos, pero son los que destaco.
El primero es un clásico: el ConGarra. No voy a mentiros, no soy un habitual, ni he tenido un periodo de máxima preferencia. Pero el sitio tiene encanto. La música variada pero casi siempre de calidad. Lo mismo puedes escuchar rock nacional que heavy; punk inglés o música francesa. La prioridad es el rock. Pero a un volumen que te permite tener una conversación y con un poco de suerte el camarero te pasa un boli para que le escribas algún tema que te apetece escuchar o se lo pides directamente. Arriba ahora tiene un club de fumadores. Si estáis interesados, preguntar allí. Os informarán con más detalle. No soy amante de los humos.
Después de la música lo que más me gusta son las jarras gigantes de a litro de calimotxo. Que maravilla cuando llegas y te plantan ese envase de tales dimensiones y peso lleno de vino. El calimotxo del Congarra está bastante bueno. Si te apetece cerveza tienes también tamaños muy interesantes, pintas y medias pintas, incluso la mega jarra si lo ves necesario. Me llamó la atención que tenían también cerveza ecológica. Un detalle interesante.
A mi me encanta ir con algún amigo a tomarme una jarra al ConGarra, porque disfruto del vino, de una buena conversación, de buena música y buen ambiente. Un clásico.
El segundo pub que me gusta para tomar vino, en este caso, sangría es El Duende. Aún llevando muchísimos años abierto, el cartel con Asociación El Duende siempre me echó para atrás. Pero hace dos o tres años, un día entré con una amiga en feria, y cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que tenían sangría. Una bebida peligrosa, sin duda. Desde entonces hemos ido bastantes veces a disfrutar de un rato de platicar y un buen vaso de sangría o dos. Comentaros que la hacen riquísima. No demasiado dulce y con un toque a recuerdos de infancia. Tenéis que probarla. La música es muy variada entre pop y rock, pero temas conocidos. Lo mismo te ponen una de Muse que una de Queen o algo más nacional. Variada y a un volumen razonable.
Personalmente me gusta mucho entre semana. Los fines de semana y a partir de la medianoche el ambiente no deja de ser bueno, pero me he visto en momentos en los que me sentía un poco mayor que la mayoría del resto, porque así lo era. Pero vale la pena.
Como curiosidades comentaros el tema de las cocteleras. Tienen una carta de cócteles interesante, nada demasiado especial, pero muy ricas. Un detalle divertido para la noche y punto a su favor es que tiene futbolín. Mola. Aún no siendo muy aficionado, unas partidicas durante la noche pueden darte un ratico muy bueno.
Finalmente, y esto lo he descubierto esta semana, comentaros que el último domingo de cada mes y al mediodía ofrecen algo de comer gratis con la bebida. Suele ser una sola comida: arroz, ensaladilla, etc. Este mes no voy a poder ir, pues es el día 18 y me es imposible, pero me lo apunto para otro día y ya os comentaré. La sensación que me dio fue buena. El dueño tiene mano. Os podéis informar por twitter o tuenti.
En fin, el ConGarra y El Duende; si eres de calimotxo o sangría y quieres buena música y a un volumen que permita hablar, son dos lugares muy “tendencieros” en Almería.
Un abrazo y nos vemos por los bares.